Un cachorro procedente de Nueva York queda atrapado en El Prat

por Jul 15, 2015Actualidad0 Comentarios

Buddy viajaba con sus dueños desde Nueva York a España, concretamente al aeropuerto del Prat (Barcelona). Cuando llegaron a Barcelona, tras haber pasado todos los controles en EE.UU. y tener sus papeles en regla, los responsables de salud animal del aeropuerto les dicen a los propietarios que no se lo podían llevar, ¿el motivo? su chip americano no se leía.

Como si de una película de terror se tratara las opciones, establecidas por Ley, y que ofrecieron a los propietarios fueron estas:

  1. Conseguir por su cuenta un lector que leyera la información del chip americano (¡qué colaboradores!)
  2. Sacrificarlo (¿en qué país vivimos, de verdad alguien va a sacrificar un perro si no se lee su microchip, dónde está el código deontológico veterinario?)
  3. Devolverlo a su lugar de procedencia (¿si sus dueños están aquí… quién se supone que lo recibe en Nueva York? Menudas medidas…)

Rápidamente todo el mundo se movilizó el fin de semana por internet para intentar ayudar a Buddy y a su propietaria, Irene Solà, y consiguieron llevar 12 lectores de microchips hasta la terminal, aunque sin éxito. El transportín, según hemos podido leer en el evento que han creado en Facebook para ofrecer toda la información y actualizaciones respecto al caso del cachorro, llegaba precintado de EE.UU., por lo que el perro ya había pasado todos los controles y no supondría ningún problema de salud. ¿Por qué entonces no sueltan a Buddy?

La veterinaria encargada del caso ha sido poco empática y colaboradora, según la información que tenemos, y no ha puesto mucho empeño en ayudar a la familia. Ni siquiera ha intentado colaborar a localizar un lector; es más, cuando la familia encontró uno que podía funcionar y necesitaron escanear el chip delante de la veterinaria, esta no se encontraba en el aeropuerto, eran las 20:30 y su turno duraba hasta las 22:00 pero ya se encontraba en su casa y no tenía intención de regresar ya que no se trataba de una urgencia. ¿Un cachorro estaba atrapado en el aeropuerto, en un transportín, dentro de una nave oscura sin agua ni comida y no se trataba de una urgencia?

Afortunadamente la situación de Buddy mejoró posteriormente y permitieron a la propietaria visitar al cachorro, además de darle agua y comida, aunque sigue atrapado en la terminal. Ayer domingo para ejercer presión y forzar una solución se celebró una concentración en el cargo Park de la T2.

El veterinario de EE.UU.que emitió los papeles del cachorro también ha intentado ayudar a la familia escribiendo directamente a la veterinaria del Prat para indicarle que certifica ante notario que el perro es Buddy y que corre con todos los gastos del nuevo chip y con todas las responsabilidades. La veterinaria ha vuelto a insistir en que las opciones son las que ya había dado y remite al Ministerio de Agricultura.  Aun así, durante este fin de semana los propietarios presentaron un recurso ante los juzgados para agilizar el proceso. La jueza denegó la petición debido a que, según la veterinaria que lo atiende, el cachorro no corría ningún peligro..

Hoy lunes, continúa el contencioso por la vía administrativa. Esperamos que este absurdo se resuelva cuanto antes, y por supuesto, se exijan las responsabilidades pertinentes para que este caso no vuelva a darse.

Si quieres puedes sumarte a la petición que han lanzado a través de Change.org para solucionar la situación de este cachorro.

ÚLTIMA HORA – Lunes 15 de junio 18:00

Parece que ya se ha podido avanzar en el asunto del pequeño Buddy, aunque aún pasará casi un mes para que pueda regresar a casa. Esperemos que todo esto nunca vuelva a sucederle a un animal y que todas las Leyes absurdas sean eliminadas.

Esta es la actualización que Mercedes López, voz cantante del caso y que se ha ido encargando de mantenernos actualizados con la última hora, ponía en Facebook.

Tras conversación telefónica con el Director de Área, le adjunto las condiciones para poder realizar la cuarentena de Buddy en el centro de la protectora APAN, en Odena.

1. Identificación con microchip y vacunación antirrábica del animal, en el PIF del aeropuerto del Prat de Llobregat (Barcelona) por parte de un veterinario colegiado (elegido por el propietario) y bajo supervisión de los Servicios de Inspección de Sanidad Animal del PIF.
2. Traslado del animal directamente al la protectora en transportin precintado desde el PIF. El precinto será controlado por el veterinario de la instalación. Se confirmará la llegada del animal con el precinto al servicio de inspección (isa_aeropuerto.barcelona@seap.minhap.es).
3. Permanecia del animal en las instalaciones de «cuarentena» durante 21 días desde la fecha de vacunación.
4. Supervisión oficial del animal durante el periodo de cuarentena, por parte de los servicios veterinarios de la Generalitat de Catalunya (condiciones que marcarían los servicios veterinarios de la Generalitat y que cerraremos mañana ya que estamos esperando compromiso por parte de los Servicios Veterinarios oficiales de la Generalitat).
5. Transcurrida la cuarentena, se remitirá a los Servicios Veterinarios del PIF informe de la supervisión.

Seguimos sin entender por qué Buddy con todas sus vacunas y papeles en regla, certificados por el veterinario de EE.UU. ante notario, tenga que someterse a una cuarentena, pero bueno. Nos alegramos mucho de que por lo menos hayan podido sacarlo ya de la terminal.

También te puede interesar:

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *