Las alergias primaverales en los perros

por Mar 16, 2015General, Salud y bienestar0 Comentarios

La primavera está a un paso, y con ella el comienzo de la época de alergias; algo realmente incómodo que afecta de igual modo a humanos y perros. Nuestros canes se enfrentan a las consecuencias del cambio de estación en la misma medida que lo hacemos nosotros y debemos concienciarnos para conseguir que este periodo pase de la mejor manera posible para ellos. A día de hoy, un porcentaje elevado de perros padecen algún tipo de alergia.
Los síntomas más comunes suelen ser: otitis que tarda en curarse, irritación de la piel (piel roja) y picor; afecciones que se incrementan entre primavera y verano.  Ante estos síntomas, el perro responde lamiéndose y rascándose compulsivamente, llegando a provocarse lesiones importantes.

La alergia canina, al igual que sucede en nuestro caso, no es más que una reacción exagerada del sistema inmunológico ante una sustancia determinada. A lo largo de los últimos años se ha producido un importante incremento del número de casos, cuestión nada extraña si tenemos en cuenta que vivimos en un ambiente cada vez más tóxico. De la misma manera, es común que un perro pueda desarrollar más de una alergia a la vez, con lo que debemos estar atentos.

Ante cualquier síntoma que nos haga pensar que nuestro perro padece alguna alergia, lo recomendable es consultar con el veterinario. Existen diversas pruebas que se pueden realizar para localizar el agente que provoca este estado, siendo la más recurrida el análisis de sangre. Sin embargo, este método es poco efectivo. Las pruebas más certeras implican un importante gasto y un amplio rasurado del pelo, por lo que aportando datos más reales, son las menos usadas.  Por ello, en la mayor parte de los casos el diagnóstico sólo es aproximado.

Existen numerosos focos de alergia, desde los alimentos– por lo que se recomienda una dieta hipoalergénica-, hasta algunas fibras como el nailon. Pero en estas fechas que ya comienzan, los grandes protagonistas son dos: la saliva de la pulga y las partículas ambientales, como el polen o el polvo.

La saliva de la pulga registra el mayor número de casos, y es por ello que dedicaremos a este tema nuestro siguiente artículo, en el que hablaremos sobre los peligros de la primavera, pipetas, collares antiparasitarios, etc. Respecto a esto, es fundamental llevar un control que asegure que nuestro perro esté libre de estos insectos y de sus consecuencias durante todo el año, y especialmente ahora,  ya que la presencia de una sola pulga puede ocasionarle picores y heridas en la piel.

Pero las alergias más incomodas de estas fechas son sin duda aquellas que tienen que ver con el ambiente, y lo son porque no existe la posibilidad de aislar del todo a nuestros canes del alérgeno, que está por todas partes. Así el polen o el polvo pueden darles y darnos más de un dolor de cabeza.

¿Qué podemos hacer para evitar el contacto con el polen?

Como decíamos, es imposible aislar a nuestro perro de los granos de polen que fluyen por el aire. Sin embargo, podemos llevar a cabo ciertas acciones para reducir su presencia en casa. Así, deberemos evitar los paseos con nuestro perro por lugares con vegetación, especialmente durante estas fechas, lo que conseguirá disminuir reacciones intensas. Además, es importante limpiar con cuidado las patas y almohadillas de nuestro perro tras la salida, eliminando así las partículas que haya podido traer del exterior.  En este mismo sentido, en nuestro caso podemos utilizar felpudos o cambiarnos de calzado al llegar a casa. El baño también está aconsejado en estas circunstancias, aunque desde la prudencia, siempre aconsejado por el profesional y con productos adecuados para evitar lesionar más su piel.

Aun así, y debido a las características de este agente, es probable que tengamos que suministrar un tratamiento farmacológico. Este tipo de sustancias suelen ser caras y no inocuas, por lo que no debemos abusar de ellas.

Es importante saber que un perro alérgico siempre lo será, no existe medicina que lo cure, pero sí que palie sus consecuencias. Por ello, es importante prevenir, acudir al profesional ante cualquier síntoma que nos parezca extraño y alejar en lo posible a nuestro perro de la fuente que le produce ese incómodo y doloroso efecto. Sólo así conseguiremos dejar a un lado la cara menos amable de la primavera.

 

También te puede interesar:

Comparte en: