Descubre los beneficios del doga, el yoga con perros

por Abr 6, 2017Actividades, Deporte, Ocio, Salud y bienestar0 Comentarios

Cada día son más las personas que se animan a realizar actividades físicas junto a sus perros. Y es que salir a correr o a pasear acompañado de nuestros mejores amigos nos aporta innumerables beneficios físicos, nos motiva a seguir, mejora nuestro ánimo y nos divierte,  entre otras cosas.

Teniendo en cuenta esto, no es de extrañar que ejercicios como el canicross o el flyball sean cada vez más populares. Pero no son los únicos; también suman seguidores actividades menos conocidas como el doga.

Esta disciplina, originaria de Estados Unidos, es relativamente joven. Su nombre deriva de la fusión entre las dos palabras que la definen: yoga y perro, en inglés. Es decir, se trata de yoga realizado con perros.

Vivimos en un mundo cada día más exigente, rodeados de prisas y estrés; un mundo que además compartimos con ellos. Y es que nuestros peludos también conviven con nuestro ritmo frenético y nuestra falta de tiempo; algo que contribuye a que patologías como el mencionado estrés o la ansiedad lleguen a mermar su salud. De ahí que en numerosos países, en los últimos años, hayan proliferado los centros donde se imparten sesiones de este tipo.

El doga combina ejercicios físicos con técnicas de relajación, masajes y control de la respiración, proporcionando tranquilidad y ayudando a liberar tensiones. Sus bondades se comparten en pareja, porque precisamente ese es el pilar en el que se fundamenta.

Los ejercicios pueden ser practicados con todo tipo de canes; pero eso sí, las sesiones deberán ajustarse a las características de peso y tamaño de cada uno. En general, estas mantienen las mismas asanas o posiciones de una sesión de yoga habitual, aunque algunas de ellas se adaptan para que el dueño pueda establecer contacto con su perro.

Según expertos, si bien esta disciplina supone para los peludos una mejora en el plano físico, ya que favorece la circulación, se desarrolla la flexibilidad y se tonifican los músculos, entre otras cosas; también consigue importantes beneficios en el plano psíquico y emocional. Y es que llegan a sincronizar la respiración con sus dueños, se relajan, mejoran su concentración y, en definitiva, se fortalecen los lazos. En este sentido, el doga se convierte en la perfecta antesala del adiestramiento, y en un lugar de conexión profunda y necesaria entre perro y humano.

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