Consejos y cuidados para los perros con artrosis

por Nov 13, 2014Envejecimiento, General, Salud y bienestar0 Comentarios

Parece que fue ayer cuando os visteis por primera vez y ya tiene sus primeros achaques. Tu perro se levanta con molestias, gime, se queja al subir las escaleras… Empieza a resentirse por la edad y es hora de ponerse en marcha para atajar el problema.
La famosa artrosis que tanto nos afecta, también supone grandes molestias para los perros.  Por ello, es imprescindible visitar al veterinario en cuanto aparezcan los primeros síntomas. Pero estos no son siempre fáciles de identificar. En una primera fase, el animal tiende a compensar las molestias y los cambios en la articulación afectada dirigiendo el peso hacia otra articulación. Por norma general, pasará por fases intermitentes antes de que la enfermedad  sea completamente visible.  Pero, ¿en qué consiste este tipo de patología?

La artrosis canina es un proceso degenerativo de las articulaciones basado en la desaparición del cartílago y la aparición de ciertas protuberancias en el hueso, los osteofitos.

 Existen dos tipos de artrosis: la primaria, es decir, la originada por el natural desgaste de la articulación; y la secundaria, originada por causas que en nada tienen que ver con la edad,  como malformaciones u obesidad. De la misma manera existen ciertas razas predispuestas genéticamente a padecerla. Es en estos casos es donde la prevención cobra un importante valor. Deberemos cuidar especialmente la alimentación con una dieta estricta para evitar el sobrepeso, realizar actividad deportiva media, sin excesos que puedan resultar negativos y mantener un control veterinario frecuente.

 La sintomatología es diversa y dolorosa, con lo que nuestro perro puede parecer especialmente irascible o perder el apetito. Es común también la aparición de cojera, los problemas a la hora de levantarse después de horas tumbado o resentirse con una simple caricia.

Cuando el dolor es persistente, el tratamiento se centrará en antiinflamatorios y analgésicos, y en la realización de ciertos ejercicios personalizados y supervisados. Los tratamientos paliativos son verdaderamente importantes. Evidentemente no curan, pero minimizan el dolor, mejorando su calidad de vida notablemente. Se evitará así la sensibilidad central; es decir, la excesiva estimulación del sistema nervioso que lleva a experimentar dolor generalizado por causa de un continuo dolor parcial.

 En los últimos tiempos, están apareciendo ciertos medicamentos que intervienen sobre el cartílago y que parecen aportar resultados positivos. De cualquier forma, debe ser el profesional el que dirija y seleccione la opción más adecuada.

 En casos muy avanzados de artrosis, las opciones se reducen al quirófano. El profesional eliminará los salientes que le producen dolor o, llegado el caso, implantará una prótesis. Este procedimiento se contemplará siempre como última opción.

 Ahora que está a la vuelta de la esquina el invierno, debemos cuidar especialmente a nuestro viejo amigo. La humedad o el frío  agravan su situación, con lo que es el momento de volcarse a conciencia con él. En el mercado hay toda una gama de productos apropiados para este tema: mantas y abrigos térmicos para aislarlos de las bajas temperaturas, refuerzos para proteger sus articulaciones o colchones especiales que mejoran su descanso. Indistintamente, y antes de tomar cualquier decisión, no debemos olvidar que el primer paso siempre ha de ser ponerse en manos de un profesional.

También te puede interesar:

Comparte en: