El 60 % de las enfermedades humanas infecciosas son de origen animal, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Este es solo un indicio de la importancia que tiene cuidar de la salud animal para apoyar el bienestar global y de cómo la salud es interdependiente entre humanos, animales y medio ambiente. Este concepto es conocido como One Health, y frente a todos los retos que presenta, el sector veterinario necesita tener un papel fundamental.
Qué es el One health
Según la Organización Mundial de la Salud, “One Health es un enfoque para diseñar e implementar programas, políticas, legislación e investigación en el que múltiples sectores se comunican y trabajan juntos para lograr mejores resultados de salud pública.”
En otras palabras, este concepto tiene como propósito acercar profesionales de distintos sectores de la salud. El objetivo es mejorar la salud pública y el bienestar global. De hecho, la propia palabra define su propósito: una única salud para cuidar de todo el planeta.
Este enfoque ha surgido con fuerza durante los últimos veinte años. Esto es debido a la interdependencia de la salud animal con la humana. 6 de cada 10 enfermedades infecciosas humanas provienen de los animales (un fenómeno conocido como zoonosis). Pero, ¿qué papel tienen los veterinarios en este nuevo enfoque?
El papel fundamental de los veterinarios en la One Health
Son muchos los puntos cruciales en el que los veterinarios tienen un papel destacado. En muchas ocasiones no son visibles para la población general. De hecho, es frecuente encontrar veterinarios que trabajan de manera directa con el ministerio, se dedican al mundo de la investigación en medicina humana y veterinaria, trazan planes epidemiológicos, hacen su labor en distintos sectores o inspeccionan la higiene de todo tipo de alimentos (incluso del agua).
Ante este paradigma, la necesidad de establecer relaciones entre disciplinas se manifiesta claramente. De hecho, según la One Health, no tendría que haber una separación para que el veterinario pueda desarrollar su labor, que es beneficiosa para la salud animal, humana y ambiental.
En este escenario, la colaboración entre profesional es esencial, sin importar el ámbito. En un mundo tan interconectado, la única manera de solucionar algunas problemáticas es hacerlo de forma conjunta.
Colaboración activa con profesionales de otras áreas
Compartir información entre profesionales será fundamental para afrontar algunos de los retos actuales y futuros. Desde resultados de análisis en laboratorios, hasta nuevas tendencias o epidemias en el sector animal, será necesario comunicarse para evitar situaciones comprometidas en la salud pública o para investigar nuevas maneras de abordar desafíos como la Covid-19.
Mayor importancia en la salud preventiva
La mejor manera de “tratar” una enfermedad es evitar que esta se produzca. Para lograrlo, la salud preventiva debería tener un papel central en la salud animal. A través de protocolos de vacunación y revisiones periódicas, es posible reducir el riesgo de enfermedad y de zoonosis, un concepto ampliamente difundido y utilizado en salud humana y que viene ganando terreno en salud animal en los últimos años.
Control y reducción de antibióticos
Uno de los problemas más vigentes en la actualidad es la resistencia antimicrobiana, que en la actualidad instituciones como la Unión Europea ya tienen el foco puesto.
Tal como indica Barcelona Institute for Global Health, “algunos de los antimicrobianos que se emplean ampliamente en animales son aquellos que se preservan para los casos más difíciles en la clínica humana”. Para poder limitar y restringir su uso, sobre todo en ganadería, la UE ya ha empezado a aplicar nuevas legislaciones para controlar su uso y evitar un efecto negativo en la población a largo plazo.
La salud pública, una responsabilidad para todos los profesionales de la salud
En definitiva, la One Health pone de manifiesto la importancia vital que debería tener la colaboración activa entre distintos sectores de la salud. Y, en el caso de los veterinarios, esta relación debería ser todavía mayor, debido al gran papel que ejercen tanto en la investigación de la salud humana y veterinaria, como en el control alimentario, la creación de planes epidemiológicos o la colaboración sin fronteras entre sectores.