¿Estás valorando abrir tu propia clínica? Montar una clínica veterinaria es el sueño de muchos profesionales del sector. Sin embargo, los obstáculos y la falta de claridad del proyecto completo puede jugar en contra del emprendedor. Si sueñas con la idea de tener tu propia clínica, en este artículo compartiremos algunos consejos para que tu proyecto se haga realidad.

 

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Abrir las puertas de tu clínica es un proceso largo

Está genial que quieras abrir tu propia clínica… Sin embargo, nuestro primer consejo es que debes mentalizarte sobre el proceso: desde el momento en el que decidas iniciar el proyecto hasta que se abran las puertas de tu clínica, es posible que pasen varios meses. Además, antes de ofrecer tus servicios, necesitarás hacer varias gestiones como: 

  • Trámites administrativos.
  • Análisis previo del mercado.
  • Acondicionamiento del local.
  • Adquisición de los instrumentos veterinarios.
  • Posicionamiento de la empresa.

Entre muchas otras decisiones que pueden afectar al correcto funcionamiento de la clínica en el futuro. Por suerte, al inicio es muy probable que sientas mucha ilusión por este nuevo proyecto y no te importe dedicar tiempo y energía para seguir adelante. Sin embargo, no te olvides de que pasarán varios meses hasta que puedas dar la bienvenida a tus primeros clientes. Y que al empezar, la inversión inicial suele ser importante.

 

Una inversión inicial elevada

A diferencia de otros negocios, las clínicas veterinarias requieren de una inversión inicial bastante elevada, de varias decenas de miles de euros. Esto es debido a que es necesario alquilar un local (a poder ser en una buena ubicación), comprar las herramientas y el equipamiento necesario, pagar impuestos y permisos, acondicionamiento local, etc. 

Para que la inversión inicial no te abrume (ni tengas que endeudarte más de lo necesario), lo más recomendable es crear una previsión de los costes iniciales. De este modo, a través de un plan de rentabilidad, podrás prever en qué punto tu negocio habrás podido recuperar esta inversión inicial.

 

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Ten en cuenta los costes fijos

Más allá de la inversión inicial, ten en cuenta que los costes fijos de tu clínica también serán elevados. Lo más probable es que tengas que contar con personal (a media jornada o a tiempo completo) para ofrecer un buen servicio. Por eso, haz una estimación de los gastos mensuales (alquiler, luz, salarios, proveedores) para poder crear un tarifario acorde. Y por supuesto, ¡no te olvides de tu propio salario!

 

Define tu política de precios desde el principio

Cuando tengas una idea clara de tus costes fijos y la inversión inicial, llegará el momento de establecer los servicios que vas a ofrecer y su tarifa. Es habitual que al iniciar una clínica los precios que se ofrezcan sean low cost. Sin embargo, si mantienes esta política de precios, es posible que al final no consigas la rentabilidad de tu negocio. Por eso, antes de concretar los precios, necesitarás hacer un estudio de tu competencia y definir un posicionamiento de la marca de tu clínica acorde con los precios que decidas.

 

Fórmate en gestión de negocios y marketing

Para tener éxito con tu centro, no hace falta que seas experto en gestión de negocios, ni en marketing, pero sí te aconsejamos que tengas un mínimo de conocimiento en estas áreas, ya que de ello dependerá en gran medida la rentabilidad de tu negocio. Por eso, te recomendamos que aprendas a crear procesos, promocionar tu clínica y gestionar los trámites administrativos, a pesar de que en un futuro lo delegues en un profesional. De este modo, podrás tomar decisiones cruciales desde la información, y no desde el desconocimiento.

 

Apuesta por la tecnología y la innovación

Hoy en día, las herramientas que se emplean en las clínicas veterinarias han aumentado enormemente de calidad gracias a la tecnología… Y es muy probable que en un futuro próximo sigan evolucionando. Por eso, si tienes los recursos necesarios, te recomendamos apostar por instrumentos que mejorarán tu flujo de trabajo y la calidad del servicio de tus clientes. Por ejemplo, con el empleo de un wearable, como el arnés multiparamétrico Dinbeat UNO, puedes mejorar los servicios de tu clínica.

 

Ten un plan de acción

A pesar de que al inicio tengas mucha ilusión por esta nueva etapa profesional, lo más común es que al cabo de unos meses tengas que enfrentarte a obstáculos que te desgasten. Por eso, es recomendable que traces un plan de acción para esta etapa inicial, que puedas seguir desde el inicio hasta el final. 

Aunque ahora no te lo parezca, tener una visión clara de qué pasos has avanzado y cuáles te quedan por conseguir tu objetivo te ayudará a seguir adelante con tu proyecto. Si no sabes cómo montar tu clínica veterinaria, busca a personas que ya lo haya hecho en el pasado y que estén dispuestas a contarte sus dificultades principales. Crear tu propio negocio es un camino solitario, pero por suerte otras personas ya lo han hecho antes que tú. Apóyate en ellas.

 

Recuerda por qué quieres abrir tu clínica

Habrá momentos en los que querrás tirar la toalla. Las dificultades, los imprevistos, los costes, el bajo sueldo de los primeros años… Habrá muchos motivos por los que te replantees si todo este esfuerzo vale la pena. Por eso, ahora que justo estás empezando, escribe cuál es el motivo por el que quieres montar tu propia clínica veterinaria. ¡Este será el motor para seguir adelante con tu sueño!

Esperamos que estos consejos te ayuden a aterrizar mejor tu idea y, sobre todo, a seguir adelante frente a las adversidades del camino. En todo caso, recuerda que lo más importante es que tengas tus objetivos claros y conozcas los básicos de la gestión del negocio para hacer que, en un futuro, tu clínica funcione sin problemas.

 

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