En algunas ocasiones, al hacer la revisión periódica de nuestros pacientes, podemos encontrarnos ante una anomalía que requiera un análisis más extenso del funcionamiento del corazón del peludo. Otras veces, es al realizar una operación cuando necesitamos realizar un seguimiento exhaustivo de su actividad, sobre todo en casos de anestesia. 

En cualquier de los dos casos, el monitor cardíaco permite que el veterinario pueda evaluar al animal, con los datos necesarios para poder actuar a tiempo ante complicaciones.

 

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En esencia, ¿qué es un monitor cardíaco?

Un monitor cardíaco es un dispositivo que permite monitorizar de manera continua la actividad eléctrica del corazón del paciente. La información suele visualizarse en su pantalla, y el veterinario puede hacer el seguimiento mientras opera al sujeto. Los usos principales del monitor cardíaco son: 

  • Evaluar las constantes vitales durante una operación mediante el uso combinado con otros útiles de monitorización, o mediante un monitor multiparamétrico. 
  • De manera puntual, hacer un seguimiento postoperatorio del paciente, ya sea en clínica o en su domicilio, a pesar de que no suele ser lo habitual debido a la necesidad de sedar al paciente por tal de tolerar la monitorización.
  • Monitorizar la actividad eléctrica del corazón. 

 

Ventajas del monitor cardíaco

La principal ventaja de utilizar un monitor cardíaco tiene relación con el seguimiento del paciente durante los procesos quirúrgicos, sobre todo durante la anestesia. Contar con un buen equipamiento, permite a los profesionales estar alerta por si la actividad eléctrica del corazón se sale de lo normal, y así poder actuar a tiempo.

Por otro lado, el monitor cardíaco permite detectar patologías ocultas o silentes. De este modo, resulta más fácil elaborar un plan de prevención para que el paciente pueda mejorar su calidad de vida, en el corto y largo plazo. 

 

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¿Realmente necesitas un monitor cardíaco?

Estos últimos años, la tecnología ha permitido avanzar la manera de recoger la información, con dispositivos y herramientas mucho más cómodas para los pacientes. Por ejemplo, el uso de las pinzas cocodrilo, muy molestas para algunos perros y gatos, ya no es necesaria en dispositivos como los wearables. Este tipo de herramientas incluso prescinden de cables, ya que la información se envía a través de conexión Bluetooth.

Además, este tipo de dispositivos permiten la monitorización más prolongada en el tiempo que un monitor convencional, maximizando la detección de posibles alteraciones. 

Un monitor cardíaco puede suponer una inversión elevada para una pequeña clínica, y en muchas ocasiones sus funciones se pueden sustituir con nuevas herramientas. El arnés multiparamétrico Dinbeat UNO puede ser una buena opción para ver la evolución durante operaciones sencillas del paciente o en postoperatoria, incluso si el animal se encuentra en su casa. 

Por otro lado, a través de este dispositivo también es posible combinar distintos parámetros, como la frecuencia respiratoria, la posición o la temperatura del paciente… Y utilizarlo en muchas otras ocasiones para optimizar los procesos de la clínica.

Contar con un monitor cardíaco puede ayudarte a mejorar el seguimiento de tus pacientes en algunas operaciones complejas, pero si solo necesitas hacer un control de para las operaciones cotidianas, en la actualidad existen opciones más económicas y cómodas para el paciente y el veterinario. 

 

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