Para muchos veterinarios, la pandemia fue una situación a contrarreloj para empezar a experimentar con la telemedicina y el diagnóstico remoto. Sin embargo, en muchas ocasiones estas consultas no fueron reguladas, ni valoradas, debido a la falta de indicaciones oficiales.

Después de varios años, vemos como la práctica de la telemedicina y el diagnóstico remoto en veterinaria todavía no son la norma en las clínicas, pero todo indica que en el futuro será una vertiente importante, debido a los hábitos digitales de las nuevas generaciones. 

Además, también es posible ver en el mercado un aumento de empresas relacionadas con esta práctica. ¿Sabes qué impacto puede tener el diagnóstico remoto en tu clínica? ¿Qué deberías considerar antes de aplicar la telemedicina?

 

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Qué es el diagnóstico remoto en veterinaria

El diagnóstico remoto es uno de los cuatro pilares de la telemedicina, junto a la receta remota y los datos médicos generados por terceros, según la Federación de Veterinarios Europea. A pesar de que hasta el momento se ha ofrecido de un modo informal, ya hemos podido ver algunos de los beneficios del empleo del diagnóstico remoto.

Por ejemplo, gracias a la mejora de herramientas de comunicación online, el propietario de su animal puede consultar de manera directa con un profesional sus dudas veterinarias. De este modo, el paciente puede evitar el estrés que padece al ser transportado hacia la clínica y su propietario puede tener información de calidad. Por otro lado, el veterinario también puede evitar la acumulación de pacientes en las salas de espera, a menos que sea estrictamente necesario.

Así mismo, ante la tendencia de preguntar información médica en los buscadores de Internet, mantener este canal de comunicación abierto permite poner de relieve la figura del veterinario. Sin embargo, para que sea realmente factible para las tres partes, es necesario que esta práctica sea regulada en los próximos años.

 

La regulación del diagnóstico remoto, una tarea pendiente

De hecho, debido a sus inicios atropellados, la práctica de la telemedicina y del diagnóstico remoto todavía no tiene indicaciones claras de su uso. Aun así, ya podemos ver algunas menciones en el código deontológico del Colegio de Veterinarios, donde recomienda su empleo solo en los casos que el veterinario haya hecho un examen físico y previo al paciente. 

En pocas palabras, la telemedicina y el diagnóstico remoto se contemplan como herramientas complementarias para hacer el seguimiento de los pacientes habituales. En otros casos, la telemedicina veterinaria está ceñida al concepto de “segunda opinión”, como una herramienta de apoyo al primer diagnóstico del animal. 

Para muchos veterinarios, la telemedicina ya es una realidad, a pesar de no ser conscientes de ello. Así lo explica Cecilia Henríquez Coronado, veterinaria y diplomada en salud conectada e inteligencia artificial aplicada a la salud y especialista en telemedicina veterinaria. En España son muchos los casos de telemedicina no reglamentada, a través de consultas que los veterinarios reciben de canales como llamadas o redes sociales, sin ser remuneradas, ni valoradas (fuente: Diario Veterinario).

En cualquier situación, la regularización del diagnóstico remoto todavía es una tarea que queda pendiente por parte de los colegios veterinarios y de la ley. Son muchos los aspectos que todavía quedan en el aire. Como definir en qué casos exactos es necesario hacer un examen físico o si, en un futuro, será posible realizar el diagnóstico sin la necesidad del examen previo presencial.

 

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Herramientas para mejorar el diagnóstico remoto

Sea o no regulada, la necesidad de ofrecer telemedicina cada vez es más incipiente, sobre todo frente a las tendencias de los consumidores más jóvenes. Según la AVMA, el 60% de las nuevas generaciones apoya el empleo de la telemedicina veterinaria.

Frente a esta avalancha, ¿con qué herramientas puede prepararse el veterinario? En primer lugar, es necesario tener un dispositivo con cámara y buena conexión a Internet para atender a los pacientes. Pero más allá de la comunicación, el veterinario también puede mejorar su diagnóstico a través de herramientas como el arnés multiparamétrico. Un wearable que permite hacer seguimiento de varios parámetros vitales del paciente.

Este tipo de herramienta sobre todo será útil en casos leves en el que sea necesario hacer un seguimiento postoperatorio. El animal puede llevar de manera cómoda este dispositivo, para que la información quede registrada en la base de datos del veterinario para su posterior seguimiento.

Por otro lado, a través del diagnóstico remoto, también es posible dar más importancia a la medicina preventiva. Gracias a la facilidad que da para hacer un seguimiento de la salud del paciente. De este modo, el animal puede contar con una mayor longitud y calidad de vida.

En definitiva, el diagnóstico remoto es una tendencia que poco a poco va cogiendo relevancia en las clínicas veterinarias. Y será un complemento ideal para mejorar el seguimiento a los pacientes. Sin embargo, para acelerar esta tendencia, antes será necesaria la regulación y estandarización de la telemedicina, con tal de cumplir con los más altos estándares profesionales.

 

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