Una de las tareas más habituales en la consulta de una clínica veterinaria es medir la frecuencia cardíaca en gatos. Gracias a este control, podemos detectar algunas señales de alarma que nos ayuden a prevenir enfermedades. Sin embargo, medir la frecuencia cardíaca de nuestros pacientes felinos puede tener algunas dificultades añadidas.

 

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Problemas habituales al medir la frecuencia cardíaca en gatos

Al llevar un gato a la consulta, es muy propenso a que sufra altos niveles de estrés. Debido al cambio de localización, es común que los gatos muestren indicios de nerviosismo o incluso de agresión. 

En estos casos, como veterinarios tenemos que ir con mucho cuidado y evaluar si es necesaria la sedación del animal. Para evitar la sedación en caso de hospitalización, puedes emplear dispositivos wearables, como el arnés multiparamétrico, con el que podrás medir la frecuencia media del animal durante horas. Teniendo en cuenta esta alteración en su estado de ánimo, también debemos pensar que la frecuencia cardíaca en gatos puede verse alterada.

 

Cómo medir la frecuencia cardíaca en gatos

Para medir la frecuencia cardíaca, la herramienta más habitual es el fonendoscopio, que permite escuchar el sonido y el ritmo del corazón. Otra manera de medirla es a través de la vena safena, que se encuentra en sus muslos. Para notar su pulso, la persona debe poner su dedo corazón en la parte externa del muslo y su dedo índice en la interna.  

 

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Cuáles son los parámetros de referencia

¿Es normal la frecuencia cardíaca del gato? Para saberlo, podemos mirar los parámetros de referencia de estos animales, que suele ser entre 140 y 220 latidos por minuto. Sin embargo, no debemos olvidar su estado de alteración en caso de estrés que puede aumentar los latidos por minuto. 

Si el paciente mantiene los lpm elevados de manera constante, puede ser señal de que es necesario hacer una revisión más extensa. Aun así, hay muchas situaciones que pueden alterar sus parámetros, como la fiebre, la obesidad o la actividad física. También es necesario tener en cuenta que los gatos, cuando son jóvenes, suelen tener una frecuencia cardíaca más elevada debido a que su metabolismo es más rápido.

 

Otros parámetros de referencia

Cabe recordar que la frecuencia cardíaca es solo uno de los parámetros que debemos tener en cuenta a la hora de explorar al felino. Hay otros parámetros que te ayudarán a evaluar su estado de salud, como:

  • La frecuencia respiratoria (20 a 40 respiraciones por minuto).
  • La temperatura rectal (37,7 a 39,2 ºC).
  • O el ritmo cardíaco.

Por eso, el empleo de un dispositivo que recoja varios datos de manera simultánea puede ayudarte a evaluar cuál es el estado real de la salud de la mascota, sobre todo en caso de hospitalización o de seguimiento postoperatorio.

 

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