¿Sería posible predecir de manera automática la evolución de un paciente para actuar de manera rápida y eficaz? En estas últimas décadas, los avances en nuevas tecnologías se han hecho notar en varias de las áreas en veterinaria. Uno de estos avances es el big data en salud veterinaria, una disciplina joven, pero que augura una profunda revolución en el método de trabajo de los veterinarios. 

 

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Qué es big data en salud veterinaria

El big data consiste en analizar un gran volumen de datos  que nos permiten formular predicciones gracias a los patrones detectados. La recopilación de estos datos puede ponerse en práctica gracias al registro de nuevos dispositivos digitales e interconectados, como los wearables, que permiten mejorar el seguimiento de la salud de la mascota de manera inalámbrica (como en el caso del arnés multiparamétrico Dinbeat Uno).

De hecho, el big data está estrechamente relacionado con otros términos como el Internet of Things (Internet de las cosas), que es capaz de interconectar algunos de nuestros objetos cotidianos con la red. Ante tal cantidad de datos, resulta necesario disponer de herramientas que permitan analizar los datos de manera automática. De manera manual sería una tarea prácticamente imposible de ejecutar.

¿Y qué relación tiene con el sector de la veterinaria? En pocas palabras, el empleo del big data en salud animal permite mejorar las predicciones del desarrollo de una enfermedad y reducir los riesgos que el paciente pueda padecer. De hecho, aunque el empleo de esta tecnología haya llegado un poco más tarde en el sector veterinario, en comparación a la medicina humana, hoy en día ya es una realidad que puede ayudar a mejorar el diagnóstico y el seguimiento de nuestras mascotas. 

 

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Retos del big data 

Sin embargo, esta nueva manera de enfrentar la medicina veterinaria viene repleta de retos tanto para los desarrolladores, como para los profesionales en veterinaria. 

En primer lugar, se debe considerar que en este caso la calidad de los datos. En caso de que no se haga un control de los datos procesados, el uso de grandes cantidades puede conducir a una fiabilidad baja de los resultados. Por lo tanto, es necesario crear una figura o mecanismo que se encargue de cuidar que los datos hayan sido tomados de manera correcta. En otras palabras, uno de los principales retos en el futuro será el cuidado y mantenimiento de las bases de datos.

Por otro lado, otro reto al que tendrá que enfrentarse el big data es en la transformación de estos datos en smart data. Es decir, que pueda llegar al punto de hacer predicciones en tiempo real. Sin embargo, para alcanzar estos avances será necesario mejorar la tecnología.

¿Y qué retos se presentan para los profesionales veterinarios? Si la tecnología sigue aumentando su presencia en las clínicas veterinarias, lo más recomendable será que los veterinarios entiendas las claves de la gestión de base de datos y el abecé del lenguaje de programación. No es necesario llegar a un nivel de experto en este campo, pero entender los puntos más relevantes de esta revolución permitirá al profesional estar a la vanguardia de las novedades.

Por último, el reto que todavía queda pendiente es la corta edad de esta disciplina. Hace solo unos pocos años que el big data está cogiendo relevancia en el campo de la salud y, más en concreto, de la veterinaria. Sobre todo por su funcionamiento, será necesaria la recogida de más datos para poder ampliar su red y crear predicciones más acertadas.

Cuál es el objetivo del big data en salud veterinaria

Sin embargo, después de todos los puntos expuestos, es importante recordar cuál es el objetivo final del empleo de este tipo de tecnología en las clínicas veterinarias. Gracias al uso del big data, las principales mejoras que podrán ser percibidas en los próximos años son: 

  • Mayor facilidad en el trabajo del veterinario, ya que contará con más información para poder determinar sus diagnósticos.
  • Una mejora notable en el seguimiento del estado de salud de los pacientes.
  • La posibilidad de poder predecir y prevenir complicaciones de forma personalizada para cada paciente.

Y aunque pueda parecer que este tipo de tecnología sólo será útil para grandes clínicas u hospitales, no tiene por qué ser así. El empleo de dispositivos inteligentes y del análisis de datos, sobre todo será útil en clínicas veterinarias pequeñas y medianas. En muchas ocasiones no es posible disponer de una gran cantidad de recursos. De hecho, tener en cuenta la tecnología puede aligerar buena parte del trabajo del veterinario, reducir los costes de la clínica y mejorar el servicio ofrecido a los pacientes.

Esperamos que este artículo te haya servido para tener una visión más clara de los retos y la utilidad del big data en salud veterinaria para las clínicas del futuro. ¿Quieres saber más sobre las nuevas tendencias en tecnología en el ámbito veterinario? Te invitamos a descargar nuestro ebook “11 tendencias en veterinaria que deberías adoptar en 2022

 

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