Los trastornos del metabolismo del potasio son especialmente relevantes

Dentro de los trastornos electrolíticos, la alteración del potasio, es uno de los más importantes. Esto es debido tanto por su frecuencia de presentación como por sus implicaciones clínicas para el paciente.

Solamente el 2% del total del potasio del organismo se encuentra en el espacio extracelular. La mayoría se encuentra en el espacio intracelular. Esta diferencia de concentración es transcendental en el potencial de membrana y por lo tanto fundamental para la transmisión neuromuscular y las funciones celulares. Por ello, estos pequeños cambios de concentración derivan en alteraciones en la excitabilidad neuromuscular. Por ello son fácilmente deducibles las posibles alteraciones que podrán surgir en el ECG debido a este tipo de alteraciones.

Los trastornos del potasio son frecuentes en la práctica clínica y pueden conllevar a complicaciones graves o incluso fatales en función de su severidad de presentación

La hipopotasemia es una de las situaciones más comunes de trastornos electrolíticos en la práctica clínica veterinaria

A menudo nos referimos a ella como hipokalemia o hipocaliemia.

Los valores normales de potasio sérico se sitúan entre 3,5 y 5 miliequivalentes por Litro (mEq/L). Técnicamente definiremos la situación de hipopotasemia cuando tengamos en el organismo niveles de potasio sérico inferiores a 3,5 mEq/L.

La disminución de potasio producirá hiperpolarización de la membrana celular.

Del mismo modo, en función del valor de potasio en sangre definiremos la situación como:

  • Hipopotasemia leve, si los valores son entre 3 y 3,5 mEq/L.
  • Hipopotasemia moderada, cuando los valores sean entre 2,5 y 3 mEq/L.
  • Hipopotasemia severa, si los niveles son inferiores a 2,5 mEq/L.

El cuadro clínico que observaremos se correlacionará con el grado de déficit sérico existente, así como la velocidad de instauración de este. Es decir, serán esperables alteraciones más graves cuanto más severa sea la hipopotasemia y más súbita su instauración.

Las disminuciones de potasio leves pueden ser clínicamente indetectables y sin manifestaciones y raramente ocasionarán alteraciones en el ECG. Las hipopotasemias moderadas generalmente se manifestarán con debilidad muscular, parestesias y trastornos digestivos, que serán más severas en hipopotasemias severas.

En el ECG las alteraciones variarán en función del grado de hipopotasemia, aunque sin una relación directa con los valores séricos.

Las hipopotasemias se manifestarán con alteraciones en el segmento ST y la onda T

Los niveles séricos inferiores a 3mEq/L producirán un descenso del segmento ST y aplanarán la onda T. Como norma general, estas alteraciones serán más evidentes en función de la gravedad de la situación.

Del mismo modo puede propiciar la aparición de arritmias tanto supraventriculares como ventriculares, además de bloqueos atrioventriculares.

Estas arritmias se atribuyen al aumento del automatismo de los marcapasos ectópicos y a las alteraciones del impulso eléctrico que pueden surgir en estas situaciones.

En hiperpotasemias severas pueden surgir alteraciones extremas como taquicardias ventriculares, fibrilación ventricular o torsade de pointes.

La existencia de patologías cardíacas de base, diagnosticadas o no, y ciertos tratamientos digitálicos (digoxina), pueden aumentar este riesgo.

Y ¿Qué sucede en el caso contrario?

Técnicamente definiremos la situación de hiperpotasemia cuando tengamos en el organismo niveles de potasio sérico superiores a 5,5 mEq/L

A menudo nos referimos a ella como hiperkalemia o hipercaliemia.

Las hiperpotasemias nos producirán alteraciones en la repolarización celular.

Del mismo modo que ocurría con las hipopotasemias, en función del valor de potasio en sangre definiremos la situación de hiperpotasemia como:

  • Hiperpotasemia leve, si los valores son entre 5,5 y 6,5 mEq/L.
  • Hiperpotasemia moderada, cuando los valores sean entre 6,5 y 8 mEq/L.
  • Hiperpotasemia severa, si los niveles son superiores a 8 mEq/L.

En esta situación los cambios en ECG son característicos, facilitando el diagnóstico de esta situación. Del mismo modo, en función del grado de las alteraciones podremos valorar la gravedad de la situación.

Debemos recordar que la hiperpotasemia es una situación peligrosa y qué puede poner en riesgo la vida del paciente. Por ello, será crucial su detección y corrección lo antes posible.

La primera manifestación de hiperpotasemia será el aumento de amplitud de la onda T

En la progesión de la hiperpotasemia se manifestará mas picuda y estrecha, apareciendo la llamada T en “tienda de campaña”.

Paralelamente a este trastorno el intervalo QT podrá aparecer mas acortado, aunque no es una alteración constante.

A medida que los niveles de potasio ascienden, aparecerán alteraciones en el sistema de conducción. La onda P se aplanará y ensanchará pudiendo llegar a dejar ser apreciable. El intervalo PR se alargará y el QRS se ensanchará perdiendo su morfología. Y al mismo tiempo, la onda T continuará siendo de “tienda de campaña”, aunque ligeramente más ancha.

En este momento también podrán darse otras alteraciones como bloqueos auriculares u otras alteraciones de conducción.

En hiperpotasemias severas la onda P desaparece, el QRS se ensancha y disminuye su voltaje y se fusiona con la onda T, despareciendo el segmento ST

Estas características serán indicativas de hiperpotasemia severa y si la situación no se corrige pueden ser predecesoras de arritmias severas y fatales como la fibrilación ventricular o la asistolia.

 

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