Cómo actuar cuando nuestro perro sufre un atragantamiento

por Nov 24, 2016General, Salud y bienestar0 Comentarios

Seguro que en alguna ocasión habéis contemplado, entrando en pánico, cómo vuestro perro tose con fuerza o hace gestos en señal de atragantamiento. En la mayor parte de los casos, no tendrá problemas para expulsar por sí mismo el objeto que lo provoca; pero no siempre sucede así, poniéndose en riesgo su vida.

Si el perro parece mostrar signos de asfixia, será el momento de actuar sin dilación; llamar urgentemente al veterinario y aplicar ciertas pautas para ayudarle.

El primer paso en caso de atragantamiento:

  • mantener la calma. Ponernos nerviosos solo hará que nuestro perro experimente mayor ansiedad y que le cueste aún más respirar. Ello, incluso podría provocar que el objeto se introdujera aún más en las vías respiratorias; por lo que será crucial tranquilizarnos y tranquilizarlo, acariciándolo y hablándole sosegadamente.

Segundo paso:

A partir de aquí, deberemos soltar o aflojar cualquier elemento de presión que pueda angustiarlo como el collar, el arnés o alguna prenda que lleve, y abrirle e inspeccionarle la boca visualmente en busca de aquello que bloquea la tráquea. No se aconseja intentar mover el objeto o sacarlo, salvo en el caso de que sea visible y estemos seguros de conseguirlo, ya que esta acción también podría resultar contraproducente: puede mordernos, podemos empujar el objeto aún más y además dificultar su respiración, empeorando la situación.

Tercer paso:

Agarrarlo por las patas traseras y levantarlo, a modo de carretilla, con la cabeza hacia abajo le será también de ayuda a la hora de expulsar el objeto. Toserá y ese impulso servirá para que se liberen sus vías respiratorias.

Quarto paso: Maniobra de Heimlich

Si estos pasos no han dado resultado, habría que aplicar la llamada Maniobra de Heimlich, en su variante para perros. Consistiría en abrazar a nuestro perro por su cintura, juntar las manos, con una en forma de puño, y aplicar una presión seca y hacia arriba justo debajo de su caja torácica, en la zona del abdomen. Esta maniobra no deberá llevarse a cabo más de 5 veces seguidas, aplicándose con precaución, y como último recurso, porque podemos ocasionarle daños.

Si aun así no expulsa el objeto, una palmada firme entre los omoplatos podría también resultar de ayuda. Después volveríamos, en su caso, a aplicar la maniobra por segunda vez.

Siempre que podamos, y aunque conozcamos estos pasos, llamar al veterinario de urgencias deberá convertirse en nuestra primera opción. Él podrá asesorarnos mientras llega y atenderá a nuestro perro con el instrumental adecuado en caso de que la situación se complique.

De no ser así, no debemos olvidarnos de acudir a su consulta una vez pasado el trance, aunque el perro se encuentre bien. Siempre será positivo que el profesional lo revise y descarte cualquier secuela provocada por el atragantamiento.